Imagina a un joven Richard Branson, sentado en una sala de clases, luchando por leer las palabras en el libro frente a él. Mientras sus compañeros avanzaban rápidamente, él sentía que las letras no estaban de su lado. Para muchos, la dislexia era una barrera, pero para Branson fue el motor que lo impulsó a ver el mundo desde otra perspectiva. Desde una edad temprana, supo que no encajaba en el molde tradicional.
Aunque no fue diagnosticado con dislexia hasta mucho más tarde, esta diferencia lo ayudó a desarrollar las habilidades que lo convertirían en uno de los emprendedores más exitosos del mundo. La dislexia se convirtió en su superpoder, una herramienta que le permitió ver oportunidades donde otros solo veían problemas.
De los días de fracaso escolar a la creación de Virgin
A los 16 años, Branson abandonó la escuela. Lo que para otros sería un desastre, para él fue solo el principio. Fundó su primera empresa, una revista llamada Student, donde pudo combinar su creatividad y su visión. Más tarde, crearía Virgin Records, el sello que cambiaría la industria musical, y luego, el imperio Virgin, que abarca desde aerolíneas hasta viajes espaciales. Todo ello impulsado por su forma única de resolver problemas, una característica que él mismo atribuye a su dislexia.
"La dislexia me ayudó a simplificar las cosas", ha dicho Branson. Mientras que otros se complicaban con detalles, él siempre veía el panorama general, algo que considera una ventaja directa de su dislexia.
DyslexicU: Su misión más reciente
En 2024, Branson lanzó su iniciativa más personal: DyslexicU, la primera universidad online enfocada en enseñar habilidades de pensamiento disléxico. Creada en colaboración con Made By Dyslexia y la Open University, DyslexicU está diseñada para cualquiera que quiera aprender las habilidades que muchas personah es as con dislexia poseen naturalmente: creatividad, pensamiento lateral y resolución de problemas.
Branson cree firmemente que el pensamiento disléxico es una ventaja competitiva en un mundo cada vez más dominado por la tecnología. Las habilidades humanas como la creatividad y la adaptabilidad, que muchas personas con dislexia tienen de forma innata, son más valiosas que nunca en la economía moderna.
Líderes inspiradores para las nuevas generaciones
DyslexicU no es solo un proyecto de Branson; ha reunido a algunos de los mayores innovadores con dislexia para compartir sus historias en la plataforma. Entre los colaboradores se encuentran HRH Princess Beatrice, la científica espacial Dame Maggie Aderin-Pocock, y Jean Oelwang, CEO de Virgin Unite. Cada uno habla sobre cómo la dislexia moldeó sus carreras y los impulsó a liderar en sus respectivas industrias.
"La dislexia no es una debilidad; es una fortaleza", afirma Branson. A través de DyslexicU, busca demostrar al mundo que las habilidades únicas de las personas con dislexia pueden llevar al éxito en cualquier campo. La plataforma ofrece cursos gratuitos centrados en el emprendimiento y el activismo, diseñados para empoderar a quienes piensan diferente.
Dato curioso: Richard Branson siempre ha considerado su dislexia como su "secreto" del éxito, y hoy lleva con orgullo esa etiqueta, demostrando que la dislexia es una ventaja para aquellos que la utilizan como motor creativo.